#1 Cómo crear tu propia carrera de Bellas Artes – El punto de partida
Mi plan autodidacta para convertirme en artista
¿Y si pudieras diseñarte tu propia carrera de Bellas Artes? Esta es la primera entrega de una serie donde comparto cómo estoy construyendo mi propia carrera de Bellas Artes, sin pasar por una universidad. Cada mes, una nueva etapa del camino: desde encontrar mi estilo hasta aplicar a una residencia artística.
Volver a empezar
Cuando salí del instituto, me decanté por estudiar diseño gráfico. Ser “artista” me parecía demasiado abierto, sin referencias claras. Me daba miedo enfrentarme al folio en blanco, crear desde cero sin un encargo o una estructura. El diseño, en cambio, venía con instrucciones: un briefing, un objetivo, una función. Y eso me daba paz.
Pasaron cuatro años de carrera y siete trabajando como diseñadora profesional. Y ahora, lo que me agobia es justamente eso: vivir con un briefing pegado a la frente. Echo de menos la libertad de crear sin objetivos comerciales. Sin clientes susurrando cambios en mi oreja. Sin mails bomba. Sin chocolomos de los malos.
Así que decidí algo: quería recuperar mi lenguaje creativo, pero esta vez desde la perspectiva del arte, no del diseño o la ilustración.
¿Por qué crear tu propia carrera?
Cuando me planteé retomar esa parte artística que siempre estuvo en mí, me di cuenta de que me faltaba algo: base académica. Nunca había estudiado dibujo de forma seria. No conocía bien los fundamentos de la luz, las proporciones o la perspectiva. Pero volver a la universidad no era una opción teniendo un full time job y unas responsabilidades de persona adulta.
Y ahí surgió la idea: si no puedo apuntarme a una carrera de Bellas Artes… la voy a crear a mi manera.
Una cosa buena: muchas cosas ya las traía conmigo. Trabajar en diseño te da cierto bagaje en color, composición, concepto y referencias visuales.
Lo que me faltaba era soltarme dibujando. Dejar atrás la rigidez. Así que a principios de año me puse un objetivo sencillo pero potente:
dibujar lo que me apeteciera, sin miedo.
¿Qué hice?
Me apunté a varios cursos de dibujo.
(Puedo compartirlos en el próximo post si te interesa)
Empecé a asistir a sesiones de dibujo al natural.
Monté una pequeña estructura de estudio en Notion con mis objetivos, progresos y recursos.
Me abrí una cuenta de insta para ir compartiendo todos los sketches que voy haciendo → @cinta_draws_life
Después de seis meses, puedo decir que algo desbloqueé.
Mi línea es más segura, mi ojo más entrenado y, lo más importante: me lo estoy pasando súper bien con todo el proceso.
Lo que he aprendido hasta ahora
Más allá de la técnica, lo más valioso que me ha dado este proceso es una sensación de propósito. El hecho de tener un objetivo claro —aunque autoimpuesto— me mantiene enfocada. Aprender a mi ritmo, sin presiones externas, ha sido liberador.
Siento que estoy construyendo algo que tiene sentido para mí. Y que me prepara para lo que viene.



Lo que viene
Mi siguiente meta es hacer una residencia artística. Sé que no basta con quererlo: hay que llegar preparada. Que aún me queda camino, pero que ya voy con los ojos enfocados a lo que quiero.
¿Qué necesito para hacer una residencia?
Un lenguaje visual propio y un portfolio coherente
Una idea o proyecto concreto
Tiempo
De momento no tengo nada de eso jajaja pero bueno, sigo avanzando. Día a día. Dibujo a dibujo. Y ya veremos cuando llego.
Si tú también estás en un punto parecido —ganas de crear, pero sin saber por dónde empezar—, o si sientes que la vía académica no es la tuya, quizás te inspire diseñar tu propia ruta. No hay que esperar a que alguien te dé permiso.
En el próximo post te cuento cómo organizo mis metas creativas para que no se me atraganten: cómo las desgloso, cómo me motivo y cómo traduzco mis ganas en acciones concretas.
Muchos abrazos y nos leemos prontooooo!
🥪💖
Cinta