#2 Cómo crear tu propia carrera de Bellas Artes – Cómo encontrar tiempo cuando parece que no lo hay
Cómo hago hueco a mi práctica artística trabajando a jornada completa
¿Y si pudieras diseñarte tu propia carrera de Bellas Artes? Esta es la segunda entrega de una serie donde comparto cómo estoy construyendo mi propia carrera, sin pasar por una universidad. Cada mes, una nueva etapa del camino: desde encontrar mi estilo hasta aplicar a una residencia artística.
¡Ya estamos de vuelta! Gracias por la acogida del post anterior 💖
Siguiendo el hilo de lo que conté en #1 El punto de partida, hoy vengo a compartir otra parte del proceso: cómo me organizo para avanzar en mis objetivos artísticos sin morir en el intento.
La gestión del tiempo es, probablemente, uno de los mayores retos de los creativos.
Porque somos iniciadores. Nos encanta arrancar cosas, perseguir ideas nuevas, decir que sí a más de lo que podemos sostener.
El problema es que el día tiene un número de horas limitado. Y si sumas más cosas de las que caben, lo más probable es que le quites tiempo al descanso. Y si le quitas horas al sueño, las consecuencias aparecen tarde o temprano.
No hablamos solo de productividad. Hablamos de energía, de cuidado y de cómo sostenemos nuestros proyectos en el tiempo.
Preguntas que me devuelven al centro
Antes de decirle que sí a un nuevo proyecto, una nueva idea o incluso una nueva rutina, intento hacerme algunas preguntas que me devuelven al centro:
¿Me estoy cuidando?
¿Esto me da calidad de vida?
¿Está alineado con mi objetivo?
¿Estoy respetando mis ritmos naturales?
Y esta última es especialmente importante: cada une tiene su propio ritmo. Hay personas más lúcidas por la mañana, otras más activas por la noche. También influye nuestro cuerpo, y en especial, nuestros ciclos hormonales.
Si menstruas, tu nivel de energía probablemente cambia según la fase del ciclo. Después de la regla suele aumentar la claridad mental y la motivación —ideal para ejecutar y tomar decisiones. En cambio, los días previos a menstruar solemos estar más sensibles o cansadas: buen momento para tareas suaves como planificar, buscar referencias o descansar.
Conocerte y diseñar tu rutina teniendo en cuenta estos ritmos —tanto circadianos como hormonales— puede marcar una gran diferencia en cómo sostienes tus procesos creativos sin agotarte en el intento.
¿De dónde saco el tiempo?
La inspiración para este post nace de una pregunta de Óscar Medina (¡gracias!):
“Quiero saber cómo te organizas para poder escribir.”
(Si tú también tienes alguna pregunta o tema del que quieras que hable, déjamelo en los comentarios o mándame un mensaje de insta.)
Y ahí me di cuenta de algo: antes de hablar de sistemas, herramientas o apps, hay que empezar por lo más básico. Saber de cuánto tiempo disponemos en realidad.
Publicar esta newsletter, avanzar en mi práctica artística, cuidar mis relaciones, cocinar algo decente… todo eso ocurre fuera de mi horario laboral de 8 horas al día. Así que, si quiero avanzar en lo que me importa, tengo que tenerlo claro:
¿Cuántas horas reales tengo disponibles a la semana?
Aquí va un ejercicio muy sencillo y visual para tomar conciencia de tu tiempo libre. No es magia, pero puede ser transformador si lo haces con honestidad.
Paso 1: Haz una tabla de tu semana
¿Te acuerdas de cuando en el cole hacíamos horarios semanales con las asignaturas? Pues esto es lo mismo. Puedes hacerlo en papel o en digital. Solo necesitas 7 columnas (una por cada día) y 24 filas (una por cada hora del día). También puedes dividirlo en bloques de 1h o de 30 minutos, según el nivel de detalle que prefieras.
Te dejo por aquí mi semana en formato digital para que la tengas de referencia. Es una plantilla de Notion, así que si te sirve, puedes duplicártela y adaptarla a tu ritmo.
Paso 2: Durante una semana, rellena lo que haces
Apunta TODO: trabajar, comer, desplazarte, ir al gimnasio, dormir… no omitas nada. No hace falta juzgarlo ni maquillarlo.
Paso 3: Marca lo inamovible
Hay cosas que no puedes (o no quieres) mover: tu horario laboral, las comidas familiares, las clases fijas, etc. Señálalas de otro color.
Paso 4: Mira dónde están los huecos reales
Cuando termines la semana, pregúntate:
¿Cuántas horas libres tengo de verdad?
¿Qué patrones se repiten?
¿Dónde se me va el tiempo sin darme cuenta?
Ese es tu punto de partida realista. Todo lo que no esté ahí, no va a pasar.
Hacer este ejercicio no es solo para organizarse mejor, sino para entrenar la conciencia sobre cómo usamos el tiempo. A veces creemos que algo nos lleva media hora y se nos va una entera, o al revés: pensamos que vamos a tardar horas y en diez minutos lo tenemos resuelto.
Cuando mapeamos nuestra semana con honestidad, empezamos a ver patrones. Y con esa información podemos recolocar cosas, reajustar prioridades y hacer hueco —de verdad— a lo que nos importa.
La pregunta final es: ¿qué parte de jornada real le puedes dedicar a tu proyecto artístico? ¿Cuántas horas a la semana tienes disponibles?
Para que veas a qué me refiero, te comparto un ejemplo real de cómo intenté hacerle espacio a un proyecto… y lo que aprendí por el camino:
Cuando sacrifiqué sueño por un proyecto
Durante unas semanas trabajé en un proyecto freelance de ilustración para YOSOY. Fue un encargo comercial que me hacía mucha ilusión, pero como también tenía mi trabajo fijo, decidí usar mis mañanas (que es cuando tengo más energía) para avanzar.
Me levantaba a las 6, dibujaba de 7 a 9 y después me iba al estudio.
Lo logré entregar a tiempo, pero… acabé agotada. Dormía poco y sentía que solo vivía para trabajar.
¿Lo repetiría? No. O al menos, no así. Pero fue clave para darme cuenta de algo importante:
Si quiero sostener mi práctica artística —la de verdad, la que nace de dentro—, tengo que cuidarme en el proceso.
A raíz de ese proyecto, me prometí reservar tiempo real para mis proyectos personales. Porque ahí es donde está mi centro.
Eso también es diseñar una carrera artística a medida.

En el próximo Chocolomo…
Te cuento cómo organizo mis objetivos creativos y cómo me lo monto para que avancen (aunque sea poco a poco) y no se queden en el limbo de las buenas intenciones.
¡Nos leemos pronto!
Cinta 🥪💖